DIALOGAR Y REFORMAR
Ahora, todo el mundo habla de dialogar y todos se declaran a
si mismos como los abanderados de tan noble principio, aunque eso si, a
condición, de que se dialogue sobre lo
que cada uno propone,que básicamente, consiste en ver de que manera -los otros
me ayudan a conseguir el fin que yo deseo o persigo – y si no dialogan sobre lo
que yo quiero, proclamar a los cuatro vientos, que no hay talante democrático o
solo sirven las imposiciones.
En este panorama tan dantesco nos encontramos, sin encontrar
la formula para que los representantes políticos, trabajando juntos, lleguen a establecer
reformas que ayuden a solucionar conflictos y desavenencias que perduran
a lo largo del tiempo, a la vez que sirvan, para fortalecer nuestra democracia
y convivencia.
Esta claro que hay cuestiones, que por unos motivos o por
otros no se termina de hacer frente con la decisión y contundencia que la
historia (verdadera) o la sensatez aconseja, y empiecen
a construir unos cimientos que nos permita a los españoles, afrontar el futuro
unidos, donde no quepan interpretaciones antojadizas o inconscientes por parte
de unos pocos para perjuicio de muchos.
Sin miedo a tratar todos los temas, como ya se hizo durante
la transición, pero sin lastres de regímenes anteriores, seamos capaces de aprobar unas reformas que avalen y
certifiquen que somos un país para el futuro.
Con valentía podemos empezar por:
- Diseñar una nueva bandera nacional.
- Componer un nuevo himno.
- Reformar el Senado para convertirlo en una autentica
cámara territorial que represente de forma equitativa a todas las comunidades y
la mayoría de senadores sea elegido por los votos de su comunidad autónoma.
- Cambiar la Ley Electoral y establecer un mínimo de votos
para que un partido obtenga representación en el Congreso de los Diputados. Este
porcentaje bien podría definirse en un mínimo del 5% de votos. Llevaría también
a estudiar el sistema de asignación de escaños
respecto al número de votos
obtenidos por cada partido o candidato,
- Reformar la Constitución para estructurar un Estado Federal
simétrico donde todas las autonomías tuvieran similares competencias y poderes,
estableciendo claramente que competencias tendrían mayor dependencia de Estado.
Caso de Justicia, Sanidad, Educación…
Celebrar un referéndum para que los españoles decidamos
entre Monarquía o República.
Seguro que con estos pilares conseguiremos un país preparado para el siglo XXl.