Vistas de página en total

miércoles, 26 de febrero de 2014

DIALOGAR Y REFORMAR


                                                     DIALOGAR Y REFORMAR    

Ahora, todo el mundo habla de dialogar y todos se declaran a si mismos como los abanderados de tan noble principio, aunque eso si, a condición, de  que se dialogue sobre lo que cada uno propone,que básicamente, consiste en ver de que manera -los otros me ayudan a conseguir el fin que yo deseo o persigo – y si no dialogan sobre lo que yo quiero, proclamar a los cuatro vientos, que no hay talante democrático o solo sirven las imposiciones.

En este panorama tan dantesco nos encontramos, sin encontrar la formula para que los representantes políticos, trabajando  juntos, lleguen a  establecer  reformas que ayuden a solucionar conflictos y desavenencias que perduran a lo largo del tiempo, a la vez que sirvan, para fortalecer nuestra democracia y convivencia.

Esta claro que hay cuestiones, que por unos motivos o por otros no se termina de hacer frente con la decisión y contundencia que la historia (verdadera) o la sensatez  aconseja,  y  empiecen a construir unos cimientos que nos permita a los españoles, afrontar el futuro unidos, donde no quepan interpretaciones antojadizas o inconscientes por parte de unos pocos para perjuicio de muchos.

Sin miedo a tratar todos los temas, como ya se hizo durante la transición, pero sin lastres de regímenes anteriores, seamos  capaces de aprobar unas reformas que avalen y certifiquen que somos un país para el futuro.

Con valentía podemos empezar por:

   
- Diseñar una nueva bandera nacional.

- Componer un nuevo himno.

- Reformar el Senado para convertirlo en una autentica cámara territorial que represente de forma equitativa a todas las comunidades y la mayoría de senadores sea elegido por los votos de su comunidad autónoma.

- Cambiar la Ley Electoral y establecer un mínimo de votos para que un partido obtenga representación en el Congreso de los Diputados. Este porcentaje bien podría definirse en un mínimo del 5% de votos. Llevaría también a estudiar el sistema de asignación de escaños  respecto al  número de votos obtenidos por cada partido o candidato,

- Reformar la Constitución para estructurar un Estado Federal simétrico donde todas las autonomías tuvieran similares competencias y poderes, estableciendo claramente que competencias tendrían mayor dependencia de Estado. Caso de Justicia, Sanidad, Educación…

Celebrar un referéndum para que los españoles decidamos entre Monarquía o República.

Seguro que con estos pilares conseguiremos un país preparado  para el siglo XXl.